lunes, 24 de agosto de 2009

Una grasa que adelgaza



Tres trabajos han confirmado que la grasa parda (un tejido graso que consume energía para aumentar la temperatura corporal) existe en los adultos y permanece activa hasta edades avanzadas. Este hallazgo podría ser la base de un tratamiento contra la obesidad, si se encuentra la forma de aumentar la actividad de dicha grasa.
La parda es un tipo especial de grasa que tiene una gran concentración de mitocondrias (son oscuras, y de ahí el color pardo o marrón de este tejido) cuya función es quemar energía para proporcionársela al organismo y elevar su temperatura cuando hace frío. Hasta ahora, se sabía de su existencia en ratones y en niños, pero se pensaba que en las personas adultas no está presente o está inactiva.
Sin embargo, tres trabajos independientes han demostrado que, en diferentes cantidades y grados de actividad, también se encuentra en los adultos. Dichos trabajos (del Centro de Diabetología Joslin, en Boston, Estados Unidos; la Universidad de Maastricht, en Holanda, y de investigadores de Finlandia y Suecia) han sido publicados en "The New England Journal of Medicine".
La herramienta básica para poder identificar este tejido y medir su nivel de actividad ha sido la combinación de PET (tomografía por emisión de positrones) y TAC (tomografía axial computerizada). Dicha combinación ha permitido saber que la presencia de grasa parda varía mucho de unos a otros individuos en función de la edad (decrece con los años), el nivel de glucosa (más cantidad en individuos con niveles normales), y el sexo (más en mujeres que en hombres).
Pero la relación más importante fue con el IMC (Índice de Masa Corporal), ya que a mayor obesidad, menos grasa parda. Esto apunta con claridad a que la presencia de este tejido podría proteger contra el sobrepeso. También se encontró que el ambiente frío activa la grasa parda, como era de esperar, para producir más calor.
En base a todo lo anterior, los expertos se plantean la posibilidad de estimular la grasa parda del cuerpo para luchar contra el sobrepeso, ya que ciertas estimaciones indican que 50 gramos de ella, estimulada al máximo, pueden quemar el 20% del gasto diario de energía de un adulto.
Aaron Cypess, autor principal del primero de los estudios citados indica, respecto a la posibilidad apuntada en el párrafo anterior, que "hemos visto que es posible hacerlo en ratones, y ahora nuestro trabajo consiste en comprobar si lo podemos hacer en humanos". Concluye afirmando que esta área de investigación puede ser una gran oportunidad para tratar el sobrepeso.
Sin embargo, otros expertos opinan que este planteamiento de estimular la grasa parda para adelgazar puede ser demasiado simplificador, pues el cuerpo humano podría desarrollar mecanismos compensatorios, como aumentar la ingesta calórica. Al igual que en tantas otras ocasiones, sólo nos queda esperar a que las investigaciones progresen.
Fuente: The New England Journal of Medicine y WebMD.com

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